La dulce carola II

Y hay me tienes, con todo el futuro por delante, o el pasado, no se muy bien.
Volviendo a pasar por el mismo lugar, mirando a la misma mujer; ahora
jugaba con una ventaja, porque conocía los plazos y el tiempo que me quedaba.
Aun así deje pasar el primer año deleitándome, pasando por el mismo lugar,
planeando la declaración de amor; pensando en la pose precisa, las palabras
adecuadas, y deje pasar el primer año.
Al siguiente año hice lo que debía, me cambie de colegio y entre al de ella.
Como mi hermano es profesor de hay le pedí que me mostrara las listas de
los cursos para quedar en el de ella. Así planee todo lo que debía hacer.
Pero la vida no me estaba sonriendo. Ingrata fue la sorpresa cuando me di cuenta
que al llegar ella estaba e otro salón.
Ese año me senté en el mismo lugar a mirarla caminar, adrede me cruzaba en
su camino para que supiera que existiera, ¿ como no se va a dar cuenta
de que existo?. Así paso otro año.
Al año siguiente sabia que tenia que hacer mi declaración.
Cuando entre al salón me pareció muy extraño tantas caras nuevas.
¿ Me había equivocado?. Tonto! ese año se mezclaban los cursos.
Intranquilo con una gota de sudor en la frente y un nudo en la
garganta la busque, lentamente, disfrutando con cada cara que no
era ella.
En las primeros asientos estaba, tan blanda, tan serena y despreocupada
parecía que respiraba humo y exhalaba mariposas, nunca la había visto tan cerca
sus ojos eran tristes y profundos, grandes y oscuros. Era mas hermosa que
en mis sueños, que en mis largas caminatas en su búsqueda.
Me senté cerca de ella, tranquilo disimulando mi felicidad.
Pasaron 10 minutos y tenia mis ojos tan clavados en ella
que volteo y me dijo." Hola, ¿que quieres?" !Que quiero...?¡
Esa era mi oportunidad, mi garganta se tenso como la cuerda
de una guitarra y le dije:
"¿Me prestas la goma por favor?"
Estuve maldiciendome toda la noche, así que el día siguiente
clave mis pupilas en la de ella y le dije:
¿Me prestas la goma por favor?.
Y así día tras día, de su goma entre mis dedos
haciendo como que borraba, así como borraba mi felicidad.
Y el tiempo pasaba. A veces yo pensaba que ella se fijaba en mi y
ahhhh amigo...entonces las palomas de la plaza volaban, los borrachos en
la taberna brindaban a mi salud, los feligreses de la iglesia
se abrazaban y los soldados en primera fila de ataque se daban largos besos en la boca.
Que gracioso. Ella nunca se fijo en mi. Y así pasaron los días, los meses, los años.
Ya no podía retrasar mas la declaración, al siguiente día la dulce Carola se marchaba
para siempre. Me senté a su lado como siempre y ella me miro y sonrió, quizás
mas afectuosamente que lo normal. El caso es que se hizo un silencio que pareció
eterno, pensé en decirle: " me gustas cuando callas por que estas como ausente"
o no se, quizás, “¿Por qué me despierto de madrugada mientras todos duermen?"
Pensé en decirle :” Me dueles mansamente, me dueles, quítame la cabeza, córtame el cuello, porque nada queda de mí después de este amor”. O solo decirle, "Quedate conmigo, por favor".
Y por fin le dije: ¿ Me prestas la goma por favor?.
Ella me la entrego y yo sentí que el mundo nuevamente se derrumbaba.
Camine hasta mi casa derrotado nuevamente y me arroje sobre la cama.
No me sorprendía mucho por que alguien por hay alguna vez dijo que
“los amores cobardes, no llegan ni amores, ni a historias; se quedan ahí,
ni el recuerdo los puede salvar, ni el mejor orador conjugar”.