hablándome sobre la luna y sus caras,
sobre estrellas y petacas.
Tu era voz perfecta y calmada, agradezco haberle dado
mi niñez llena de juguetes y nostalgias derramadas.
Cada vez que paso bajo el limosnero me veo jugando con tu pelo negro,
con tu nariz perfecta o con mis lagrimas amargadas.
Alguna conservo, otra las escondo, pero si las quieres
te las paso, sin retorno, como todo lo que pasa.
Me falta esa piedrita en mi ventana, ese rayito de sol
desde tu mirada. Si alguna vez me confieso
solo diré que al principio te miraba con travesura, luego con ternura
luego solo te miraba y amaba.
Si te conozco poco o mucho no importa, si te caigo malo bien
tampoco importa, si huelo mal si me odias con fervor o si
desde el balcón me empujarías, solo te miraría y te besaría,
eso si importa, el beso tuyo.
El beso tuyo si lo conozco, desde su nacimiento hasta su madurez,
ruego algún día poder besarte vieja, pero no creo, aunque me duela.
Tu beso de labios apretado, incomodo y poco mojado,
tengo una boca enorme, es extraño nunca haberte tragado.
Luego tu beso enfurecida, ese que nunca existió, solo estaba como intención
mas nunca se concreto.
Tu beso apasionado, amado y muy recordado, me hace temblar cuando lo recuerdo
me pone el cuero tieso y los pelos enfermos.
Como corolario conozco tanto a tus besos como a tus manos.
Tus manos pequeñas, tan limpias y perfumadas, achocolatadas.
Una vez me golpearon en la cara, lo acepte con gallardía, aunque aun
tenga una uña impregnada.
Si tuviera que salvarte de seguro tus manos las dejo, prefiero tu boca
o tu simple reflejo...
1 comentario:
gracias por avisar q desapareces
despues no preguntes por que te olvido.
eras mi persona favorita!
Publicar un comentario